El derbi regional entre el Popesti Stefan y el Unirea Dragalina tuvo un inesperado y más que sorprendente desenlace. Los visitantes ganaban por 1-2 cuando el Popesti logró un tanto que suponía el empate pero que fue invalidado por uno de los asistentes del árbitro encargado. Ante las múltiples protestas de público y jugadores del bando local, el árbitro sacó una pistola para contener los ánimos y se retiró al vestuario junto a sus compañeros ante la sorpresa de los presentes.
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